La Vulnerabilidad tu fuente más poderosa de seguridad
- Zurishadday Salomon

- 19 feb 2021
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 20 feb 2021
En el post anterior hablamos como esta cualidad es mal visto (si no lo has leído, te invito a que lo leas), seguramente se quedaron con un mal sabor de boca, pero no quiero que se queden ahí enfocándose en lo malo. Porque cerca de ahí, donde escarbaron, donde creyeron que perdían tiempo, y sentían que estaban destinados a estar solos con sueños sin cumplir e ilusiones destruidas en un mundo cruel. Justo unos metros más abajo se encuentra esa mina de diamantes en bruto.
Es curioso que Dios esconda lo más impresionante de nosotros en la “vulnerabilidad”. Lo que más tememos es justo donde se encuentra nuestras más exquisitas pasiones, una de las partes que conforman nuestra felicidad, incluso para algunos su propósito en la vida.
Y solo lo que tienes hacer es exponerte, desnudarte y sacar ese niño pequeño dentro de ti que tiene miedo a que lo lastimen de nuevo, pero con la gran diferencia de que te tiene a ti para amarlo, enseñándole con amabilidad lo que le rodea e intervenir cuando las circunstancias lo rebasen.
Solo piénsalo, todo aquel que quiso algo se expuso, se expuso y otra vez se expuso hasta que un día se dio cuenta que ya no se sentía con miedo, sino que con el tiempo se empezó a sentir alegre. Y por fuera dirán “Esa persona se ve segura de sí misma”, cuando en realidad es que ya no te sentía con miedo al revelar su yo al mundo.
Dicen por ahí que si quieres una pareja hay que ser seguros de nosotros mismos, en otras palabras, vulnérate con la otra persona y di lo que quieres y que esperas de esa persona en vez de crear una fachada de falsa seguridad. Seguramente la primera vez no te ira bien pero conforme más lo hagas, más seguridad ganaras y entonces un día, no te dará miedo de rechazar lo que no te mereces y pondrás limites donde deberá haber.
También aplica si buscas tu sentido de la vida, hay quienes, con fobia en ciertas circunstancias, encuentran su sentido de la vida en lo que más temieron, así que si te preguntas cuál es tu propósito en la vida, te sugiero que empieces por donde más te sientas vulnerable.
Recuerdo el día que pase por mi enfermedad con la perdida de toda autonomía. Había días que lloraba porque la independencia en la que tanto me sentía orgulloso como signo de adultez y hombría, me fue arrebatado. Mi vulnerabilidad fue expuesta y con eso mi falso valor auto percibida. ¿Qué aprendí de esa experiencia? No está mal sentirse vulnerable, no está mal depender de otros. Lo que estaba mal es creer que no soy frágil y que mi valor estaba en lo que tenía o lo que era. Y gracias a ello genere una auto confianza inamovible, exponiendo mis sentimientos y necesidades, tan validas como la de cualquier otra persona. El no exponer lo que uno siente es un error de comunicación, es como no levantar la mano cuando uno tiene dudas, pero como no quiere verse como el tonto de la clase, prefiere seguir con la duda, preferimos seguir en un trabajo que no disfrutamos, preferimos ser ignorados que vivir en solitud, etc.
Te diré un secreto, la vulnerabilidad es uno de los heraldos de los tres grandes maestros, disfrazado de vagabundo que pocos toleran, no lo rechaces y en lugar de eso, invítalo a comer porque cuando salga de tu casa, recibirás una carta de un rey distante invitándote a su banquete para que desposes uno de sus hij@s.
Aunque te advierto que respetes tu vulnerabilidad, no se trata de que le faltes al respeto exponiéndote todo el tiempo, recuerda que es tu yo hecho niño que necesita ver que la vida no es así de cruel, lo que necesita es tu cálida mano acompañándolo a este camino llamado vida.







Comentarios